domingo, diciembre 24, 2006
domingo, diciembre 17, 2006
Estamos 17 de diciembre, apenas queda una semana para navidad. Se podría decir que ya estamos en navidad y, yo aún no me lo creo. Me gustan estas fiestas, a pesar de mi edad y de que ya la fantasía hace años me abandonó, al llegar estas fechas se me alegra el alma(por decirlo de alguna manera). Echo de menos esa ilusión que tenía cuando era pequeña, ese sentimiento extraño que brotaba dentro de mí la noche del 24 de diciembre y, cada vez que pensaba que era navidad. Ahora, busco esa sensación y, aunque me cuesta recuperarla siempre trato de que estos días sean especiales.
Este año, no sé por qué, parece que la sociedad no estuviera muy navideña, me falta mi calvo de la lotería de navidad y, creo que por este motivo la navidad aún no ha llegado. Me encantaba el anuncio de Clive Arrivel, su música, sus escenas románticas, y cómo no, el mismo Clive. Cómo no caer rendida ante esa mirada enigmática, ante ese soplo esperanzador, ante ese " este año tus sueños juegan a la lotería", que no suena igual si no tienen de fondo a nuestro calvo. He escuchado que, para la próxima navidad(todo rumores, claro), quieren hacer un casting de calvos, incluso la asociación de alopécicos se sienten agradecidos a Clive, porque les ha puesto de moda. E incluso detractores han dicho que el señor Arrivel en realidad lleva una larga melena y sólo se afeita la cabeza para navidad. Poco importa que Clive fuera más velludo que un oso, nosotros no queremos un calvo, le queremos a él.
Dejando a un lado al mago de navidad, el resto de anuncios tampoco han invitado mucho a la celebración: por ejemplo Freixenet, apenas sale; el célebre "Vuelve a casa", está hecho con recortes de años anteriores y apenas dura unos segundos y, "Codorniú" que suele hacer los anuncios más bonitos, tampoco se ha esmerado demasiado. Imagino que, o hay poco presupuesto o la publicidad a subido su precio este año.
Recuerdo las navidades de cuando era niña, me parecían larguísimas(como todas las vacaciones) y muy intensas. Me gustaba ir al Corte inglés para ver el espectáculo de los muñecos cantando "Cortilandia, cortilandia, vamos todos a cantar. Alegría en todo el mundo porque ya es navidad". Un año pusieron a Gulliver, el gigante. Cuando se despidió, segúnme recuerda mi madre, dijo que volvería en el 92. Pasó un año, y otro , y otro, y algunos más hasta el 92, pero Gulliver no llegó. Esto tiene una final feliz y es que, el gigante recordó su promesa y, aunque con retraso, hace poco estuvo por aquí, dejándose rodear por algunos sevillanos curiosos en el parque del alamillo. De hace una década más o menos, ya los comercios sólo se adornan con arbolitos , lástima que mis hijos no vayan a disfrutar con los cortilandia.
En fin, hay quien odia la navidad y a mí me apena esta gente. La verdad es que sí que puede parecer un poco hipócrita la gente en estas fechas, pero no creo que sea eso. Hablando con unas compañeras, se me ocurrió decir, e inmediata quien estaba conmigo lo defendió igual, que estas fechas no son más que una excusa. Una excusa para felicitar, para decir o hacer aquellas cosas que, de otro modo, no nos atrevemos. Una excusa para acercarnos a otra persona sin que se vea raro y darle un abrazo. En estas fechas podemos dejar libres todos aquellos sentimientos que, durante el resto del año, por el que dirán, por miedo a parecer ridículo, vamos reprimiendo. Yo me incluyo. He leído a Eduardo Punsed, su teoría de que los sentimientos no sirven para nada y, cuando comprendamos eso, seremos felices. Yo, hace un par de años lo intenté. Traté de no sentir, de hacerme inmune a todo sentimiento y lo que él conlleva. Durante unas semanas lo conseguí pero, la recaída fue horrorosa. Sinceramente, no lo recomiendo, porque sentir es bonito(incluso en lo malo, porque despues suele venir una pequeña recompensa). Los que no necesitan excusa son quienes han decidido ofrecer abrazos gratis en Barcelona. Es una bonita iniciativa, yo no me atrevería pero les admiro. Eso sí que es mágico de verdad, un abrazo. Y es curioso como queremos transmitir através de él a la otra persona toda nuestra buena energía, y cómo creemos que apretujándolo lo conseguiremos de verdad que ella la sienta.
Bueno, estoy a favor de la excusa. Yo no me inmiscuyo en otros temas: religión o política. Sólo pienso que simplemente por lo que he expuesto, la Navidad es una época preciosa.
FELIZ NAVIDAD
Publicado por Terry en 8:30 p. m. 6 comentarios