Mientras espero a la inspiración, que creo que no tardará en llegar, vamos a repasar un poco:
La sorpresa frustrada: Sí, gracias a quienes me habéis animado: Fand, ermoya, Lorena y todos los demás. Seguiré intentándolo claro que sí. De hecho, ya tengo otras posibles "sorpresas" en mente, pero son a más largo plazo. Tampoco era nada importante, más bien una tontería, un detalle pequeño. Aunque creo que a mí no me corresponde ese papel, pero ya se sabe...en ocasiones, un deseo del amado es una orden directa al corazón del amante (no hablo de mi caso, sino en general). Lo negativo de esto no ha sido que el plan se haya torcido, ya habrá otros. De lo que me lamento es de saber lo poco que puedo ofrecerle. Eso es lo triste: reafirmarme en mi idea de lo poco que podría aportarle. Ese es el mal y no otro.
He comprado un ventilador-calentador, creo que se llama así. Me dá la impresión de que mucho no va a calentar, pero en fin. Antes utilizaba una estufa que, la verdad, se está súper bien con ella. Pero Antoñito, además de que se vuelve loco de alegría cada vez que se encuentra un cable, ha decidido utilizar la mesa camilla como dormitorio para sus siestas. Y ya que al pobre ni lo dejo subir al sillón ni lo dejo traspasar la barrera del pasillo, algo tendrá que hacer la criatura. De todas formas,la estufa ya apenas calentaba por vieja y tenía que comprar otro aparato. Además, las ventajas son varias: la estufa reseca mucho la piel y, salvo que te acurruques en ella medio cuerpo se te queda congelado. Y este sistema es más seguro. Al final, todos son beneficios. Oli nunca se quemó, pero con Antonio no me la quiero jugar, es demasiado atrevido.
Hoy me he llevado un pequeño "sobresalto". Una ponencia que tenía prevista para dentro de dos semanas, resulta que se adelanta. La nueva fecha: el próximo lunes. La carrera en estos días para tenerla a punto es de vértigo. Los que me visitan asiduamente, ya sabrás algo de mí, algo fundamental: lo extremadamente tímida que soy. De los compañeros que harán la ponencia conmigo, uno de ellos, Fernando, es más innovador y había tenido una idea bastante buena. Llegó a proponer que la hiciéramos como una represenatción, en plan teatro. Sería hacer algo diferente, más entretenido y lograr la participación del público. Cuando dijo "teatro", en seguida me pareció una idea genial. Fernando y yo nos cruzamos una mirada cómplice de:-¡Vamos a hacerlo!. Pero Luz y Carlos no se veían mucho por la labor:- Es que eso requiere mucho tiempo. Total, que nada, a soltar el rollo y a aburrir a la grada: la multipropiedad es el temita. Obviamente, tal y como se han puesto las cosas, ahora sí que ya de teatro nada. Y ésta vez que yo me veía lanzada...Eso de que "requiere mucho tiempo, es verdad, pero vamos ellos lo dejaron caer en plan excusa. A mí a vergonzoza poca gente me gana y si yo me lancé, aquí nos lanzamos todos,eh??,jajaja.En estas cosas, los días previos los paso con nervios. Allí ante todos, aparento estar súper relajada y soy la que da ánimos al resto siempre convenciéndoles de que no pasa nada, que eso está hecho y que no hay que ponerse nervioso en ningún momento, que no tiene ningún sentido. Pero en el fondo, estoy que ¡¡me muero!!. Eso sí, cuando ya estoy terminando, le cojo gusto y todo. Y me digo:-¿Ya?, qué lástima ahora que estaba yo a gusto aquí arriba.
Estaba mañana, cuando iba en el coche (cantando, para que vamos a ocultarlo), ya iba a bajarme y casi en la parada, veo a un chico sentado. Le miro por el espejo retrovisor, un tanto... cómo decirlo, asombrada, emocionada. Y me digo: -¡Cómo se parece ese chico a Ariel Rot!. Un poco más joven, pero de verdad que me he llegado a asustar.Claro, que Ariel no aparenta en absoluto la edad que tiene,¡está genial!;) Como es lógico, Ariel no pinta nada, sentado en una esquina de la calle a las 8 de la mañana. Si aprendo a subir música, quiero poner una canción suya, pero es que el mp3 éste no me deja ponerlas.
Debo confesar que en una frase (una frase corta) que he escrito hoy por aquí, he mentido. No me inventé nada, pero he querido suavisar algo, tal vez por orgullo. No es una frase importante, solo una aclaración que hago en algo que dije y que no debí meterla ahí porque en realidad no es cierta. No le den más vueltas.