jueves, julio 22, 2010
martes, junio 01, 2010
"Había una vez una princesa, que nunca se había sentido princesa. Vivía en un confortable palacio. O lo parecía. pero de princesa, si acaso, no tenía más que el título. Ella prefería ser plebeya. Fue educada en los mejores colegios, la rodeaban buenos amigos y nunca le había faltado el cariño. Paseaba por amplios parques ajardinados, de bellas flores y vibrantes cantos de aves. A sus cumpleaños nunca les faltó un detalle. Sin embargo, la princesa, no se sentía princesa. Pasaron los años y con ello aumentaron las presiones para que la princesa presentase, al fin, enamorado. Debía ser buen muchacho, distinguido y preparado. Pero por más galanes que le presentaban, la princesa nunca admitía tener el corazón ocupado. El tiempo pasaba, la princesa que prefería haber sido plebeya, parecía que se asfixiaba entre nobles y coronas. Era como tenerlo todo, y al mismo tiempo, no tener nada. Ella quería salir de las fronteras de palacio, quería reir y también llorar, quería cantar y enfadarse. Quería, al fin, VIVIR sin deber de guardar las apariencias. Desesperados por la indecisión de la princesa, decidieron ceder y, de este modo: "Te permitimos -le dijeron- que busques un enamorado a tu antojo, no ha de ser de sangre real. Basta con que sea un buen chaval". La princesa abandonó palacio. Ya en el exterior se rodeó de más amigos, interpretó papeles que nunca pensó que hubiera podido interpretar. Se le acercaban muchachos de todo color y condición. Se enamoró y se desengañó. Amó y se desenamoró. Pero ninguno de ellos terminaba por adueñarse de su corazón. Hasta que un día, la princesa iba caminando. Estaba algo cansada, el día había sido aburrido para ella. Y se cruzó con algún conocido. Por cortesía, la princesa saludó a esta persona, y él, en vez de con palabras, le correspondió con una amplia sonrisa. Una sonrisa que sacó mágicamente a la princesa de su melancolía. Pasaron las horas y aquella sonrisa permanecía, de modo extraño, en el recuerdo de la princesa. Su sonrisa - pensó la princesa- es más milagrosa que cualquier jarabe que he tomado para curar mis males. Los hechos volvieron a repetirse al cabo de unos días. cada vez que podía, la princesa, volvía al lugar de encuentro de su enigmático amigo, a quien en cada ocasión buscaba impaciente en espera de ver si le regalaba o no de nuevo su sonrisa. Pasaron los meses, y las sonrisas siguieron repitiéndose. Y la princesa, con su pecho henchido de gozo, decidió convertir en príncipe a quien la había hecho sentirse princesa".
Para E.J.D.L
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viernes, mayo 21, 2010
Dos palabras
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jueves, abril 22, 2010
El Derecho a Soñar
Hace unos días una buena amiga me envío este vídeo. A ella se lo había dedicado su padre y a su vez ella me lo dedicó a mí. Hablando sobre nuestros sueños y sus dificultades, sentirse un pez fuera del agua en medio de una océano (sociedad) que se siente como no propio. Y qué razón tiene Eduardo Galeano! Gracias a esta amiga, y gracias también a su padre. Hermosísimas palabras!
Publicado por Terry en 9:27 p. m. 1 comentarios
domingo, marzo 28, 2010
Publicado por Terry en 9:21 p. m. 1 comentarios
domingo, marzo 14, 2010
La naturaleza es la que manda
El tiempo siempre ha sido un enemigo duro contra el que he querido luchar en multitud de ocasiones. Seguro que esto ya lo habré comentado en otros posts. Unas veces he deseado tener un mando a distancia y presionar "rew" hasta alcanzar el momento perdido. Otras, las menos, también me hubiera gustado avanzar un poco más deprisa. Pero rara vez me ha sucedido. Desde pequeña he sido conciente de lo veloz que corren las horas, los días, los años. Y si me apuras, incluso las décadas. Hace poco escuché rumores de que querían modificar el horario peninsular para que tuviésemos la "hora menos" de la hermana Canarias, y aquéllo, reconozco que lo escuché de refilón y sin darme oportunidad de asumir bien qué significaba eso, me alegré: con la falta que me hace a mí alargar el tiempo, una hora más sería fenómeno. Ahora me río de la estupidez de mi comentario, poco meditado evidentemente. Pero eso no importa. Nada importa porque en realidad, la naturaleza es la que manda. Llega el terremoto de Chile y nos roba 1.26 microsegundos. Dicho así no parece grave. Otro terremoto anterior ya acortó también la duración de los días. Hemos asistido a un acontecimiento histórico: un terremoto ha modificado el eje de la Tierra y, como consecuencia, para nosotros la luz brillará un poquito menos. Yo queriendo alargar los días, y la naturaleza haciéndomelos cada vez más cortos.
Publicado por Terry en 3:15 p. m. 7 comentarios
lunes, febrero 01, 2010
Adiós a La Rosa Negra
Publicado por Terry en 4:08 p. m. 3 comentarios
domingo, enero 17, 2010
En cada rincón hay un negocio!
Una vez más, repito: échale imaginación que nos hacemos ricos!!! Y si no, fíjate en Gabriel: http://mipequenagranventana.blogspot.com/2010/01/hamburguesa-de-lentejas.html
Publicado por Terry en 12:37 a. m. 0 comentarios