¿Caprichos? del tiempo

¿Por qué será que en ocasiones, cuando aguardamos que nos llegue alguna cosa o que suceda un determinado acontecimiento la espera se hace tan larga? Puede que se traten de pequeñas cosas, nada importante, quizás hablamos de que llegue la hora de la cena para tomar un plato que nos encanta y a última hora hay cambios de planes, o algo que piensas comprar y por un motivo u otro pasan los días y el objeto preciado no llega a tus manos. No se trata de un sentimiento subjetivo, ya que realmente el tiempo sí que se alarga y el gran momento se retrasa o aplaza una y otra vez. Ni nos estamos refiriendo tampoco a un acontecimiento decisivo del que el "destino" te esté protegiendo. Finalmente, y tras una larga cadena de despropósitos, sí que termina llegando u ocurriendo lo que tanto ansias. Y como vemos, puede tratarse de pequeñeces y nada trascendental. ¿Tendrá explicación esto? El otro día leí o escuché (no me acuerdo) la siguiente pregunta "¿Alguien manipula nuestro tiempo?". Creo que no viene al caso esta cuestión ahora, ya que como digo, no hablo de la relatividad del tiempo, sino de hechos palpables y contratiempos reales. Pero no deja de resultar curioso.

¿Qué pensáis? ¿También sóis "gafes" con ciertas cosas?

Nota: Esta imagen es "Reloj Blando" de Dalí. Con esto de los derechos de autor... no se nos vaya a mosquear el presi!