Cada ojo tiene su especial visión;
cada oído oye una canción completamente distinta.
En el atribulado corazón de cada hombre
una incisión revelaría un vergonzoso error.
Hay más espíritus perversos con apariencia
humana que demonios habitando en los valles del infierno.
Pero la bondad, la ternura y el amor
también se hallan en el corazón de
la pobre bestia.
El libro de las lamentaciones contadas
viernes, septiembre 01, 2006
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