Reflexiones tontas...o no (I)
Hay una cosa que siempre me he planteado. ¿Por qué la persona que cumple años, que se casa, etc. es la que ha de organizar su fiesta? ¿No es más lógico que sean los demás quienes se lo preparen? Digo, ya que la cumpleañera soy yo...¿por qué el marrón encima me cae a mí? que no siempre es un marrón, también es un gusto :) pero bueno, ahí queda. Y sobre todo, con el tema de las bodas sí que no comparto yo, eso sí que lo considero un marronazo pero de los gordos, para el que lo quiera vamos. Porque yo, sinceramente, con tener a mi lado a la otra persona, no creo en la necesidad de agobiarse durante meses por una fiesta, un trajecito, un convite y lo demás. Es bonito elegir tu vestuario y tu escenario para esos días especiales. Pero es que hay mucho gorrón y mucha gorrona, y yo de darle gusto a ellos, paso. Así de sincera. Lo único que tiene que salir bien es lo que dura más allá del enlace. Tal vez es que yo no soy de grandes ostentaciones, me gusta estar rodeada de mi gente, no me considero una persona solitaria, pero cuánto más íntimo y más en familia me sienta, mejor que mejor. Y por familia, incluyo no a consaguíneos y parientes políticos, en especial a los amigos, a esos que nunca te fallan y que conforman la familia que tú mismo has decidido. No sé...yo no creo en que "todo tenga que ser perfecto", porque para mí perfección es otra cosa. Es tenerlo todo, teniendo menos.
1 comentario:
Es decir qué...¿Felicidades? :P
Besos!
PD: Cuanta razón... por eso dejé de celebrar mis cumples. A lo sumo alguna invitación rápida en cualquier bareto (y porque son buenos amigos que si no...) y arreando que es gerundio.
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