domingo, abril 27, 2008

Trenes

Le gustan a este hombre los andenes, las maletas. "La vida de uno pasa de largo en el interior de los trenes que no se detienen nunca", asegura. Ganas de huir no le faltan, aunque "quizás no me entendiese el camarero cuando le contase que no sé a dónde me dirigo, que me he subido a este tren para ver si mi vida va aquí dentro pero he recorrido todos los vagones y no la encuentro, he preguntado al revisor y no la ha visto, a lo mejor algún pasajero la metió equivocadamente en su equipaje porque la vida es una cosa pequeña como este botellín de whisky, una cosa frágil como la lluvia que cae mientras viajamos, tendré que buscarla en otra parte, en otro tren, en otra ciudad o en otra vida".
La soledad de las vocales. Jose María Pérez Álvarez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La primera frase es una verdad como un templo de grande.
La vida es un viaje y el tren es uno de los medios que utilizamos para hacer ese viaje.
Según como sea el tren, así será de buena o mala nuestra vida, y de bueno o malo nuestro viaje.
Todos alguna vez sentimos la necesidad de salir de nuestra vida, de nuestro tren y acceder a otra. Coger otro tren. Pero siempre cogeremos un tren que al principio no tiene rumbo, y que después de que arranca, nosotros mismos, labramos poco a poco nuestro destino.

Según yo lo veo, los vagones son nuestra familia, nuestros amigos, nuestra gente y nuestro mundo. Y aquí es donde yo discrepo radicalmente con el autor de este escrito.
Son los pasajeros de esos vagones los que se cuelan en nuestra vida, y estropean nuestro tren. Ese tren maravilloso que va a dibujar el proyecto de nuestra maravillosa vida.

"Desde mi espacio os mando hoy una machila. Una mochila fantástica en la que caben los útiles necesarios para realizar ese viaje que está escrito en el proyecto de nuestra maravillosa VIDA".

Fdo:AIRELIBRE
29 Abril 2008

Me voy de viaje toda la semana. Hasta la semana que viene. ¡Qué ustedes lo pasen bien.! Besos

Terry dijo...

Gracias! Y buen viaje ;)