A tiempo
Antes me ahogaba en un vaso de agua, desde hace unos meses para acá, he cambiado. Me he dado cuenta de que cada cosa llega cuando tiene que llegar, que el retraso no significa un "no", que tener un mal día tal vez implique que a los siguientes recuperarás lo perdido. Vivo más relajada, más ¿"pasota"? No, creo que ese carácter no es el mío y a tal extremo de relax nunca llegaré, pero sí que algo en mi interior me mantiene tranquila recordándome las ocasiones en las que trabajando bajo presión ha sido cuando he obtenido los mejores resultados, sabiendo que la felicidad para mí consiste en tener metas y muchos planes a seguir trazados, que me siento satisfecha cuando por la noche cojo un papel y un bolígrafo y comienzo a apuntar tareas que hacer al día siguiente, pequeñas ilusiones que me mantienen a flote y que reconozco que me provocan algún que otro disgusto si mañana no logro tachar alguna de ellas, mejor dicho, si no logro no, si no me dejan. Eso sí que me pone de los nervios! Porque de no lograrlo, lo seguiré intentando y seguro que algo nuevo habré descubierto, pero si alguien o algo me ha impedido dedicarme a ello... yo valoro muchísimo cada pasito que las agujas dan en un reloj. Vivo más relajada porque sé que al final siempre llegas a tiempo, al menos hasta ahora siempre ha sido así. Y esperemos que siga...
Y TÚ también llegas.... acéptalo!
3 comentarios:
Aceptar lo inaceptable, dificil reto.
Muy dificil, sin ninguna duda!
Gracias por pasarte, Loles :)
Yo en cambio sigo paseandome en la cuerda floja. Un día me ahogo en un vaso de agua y al siguiente nado feliz en un oceano infinito...
Yo tb soy de trazarme pequeñas o medianas metas. Y aunque es cierto que lo mejor no es conseguirlas, sino el camino hasta ellas, uno de cuando en cuando necesita renovarse. Conseguir esas metas para plantearse otras. Por eso, cuando algunas se hacen tan difíciles, cuando algunas se resisten tanto, es entonces cuando esas agujas, con su lento caminar, se convierten en puñales...
En fin... Besos!
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