Yo tenía la creencia, y compruebo que errónea, de que cuando alguien tiene hijos, madura. Eso no significa que no haya personas que son maduras desde bien jóvenes sin necesidad de convertirse en padres/madres. Pero sí que tenía esa idea: la maternidad ligada forzozamente con la madurez, como si esta fuese un efecto inevitable desde el momento en que esa nueva responsabilidad llega a tu vida. Ya digo, estaba equivocada. El sobrino de mi vecina, por ejemplo, tiene creo que son tres hijos, se casó hace ya años, y cuando está en el piso de la tía, pone la música que el edificio entero parece una discoteca.Este chico,no sé si habrá cumplido los cuarenta pero en cualquier caso deben rondarle cerca. Las hijas de mi otra vecina son otro ejemplo aunque de ellas mejor no hablar. Cada día se escuchan noticias de madres y padres que dejan solos a sus hijos pequeños para irse de fiesta. Otro dato, es que yo observo a mi alrededor, y la vida de las nuevas generaciones de padres y madres, no parece que sufran alteraciones significativas entre el antes y el después de su nuevo status. Tampoco hay que generalizar pero la mayoría siguen organizando salidas con sus amigos, no se privan de disfrutar una juerga hasta la madrugada, vamos que el niño no les sirve de excusa prácticamente para casi nada. Si acaso para "no poder" trabajar. Supongo que algo tienen que ver con ello las súper abuelas del siglo XXI. No digo que haya que quedarse en casa 24 horas pendientes del hijo, pero me dá penita encontrarme a bebés bostezando de noche, diriguiéndose a la feria cuando yo ya vengo de vuelta, y pensar en la larga noche que al pobrecito le queda por delante, sólamente porque sus padres "son jóvenes".