La memoria del agua
"La memoria del agua", así se llama el reportaje que el pasado día 1, emitió en su programa "Cuarto milenio" mi admirado periodista Iker Jimenez. El programa se emite en Cuatro los domingos por la noche, y es el único día de la semana que me permito trasnochar delante de la televisión, a pesar de que a la mañana siguiente me espere un día duro. Los demás días también suelo acostarme tarde, pero por otros motivos.
Admiro a Iker Jiménez, como a otros periodistas, por su entusiasmo, por la pasión que pone en cada una de sus investigaciones, y porque se asombra en cada entrevista como un niño en la mañana de reyes abriendo sus regalos. Hoy en día, en que cada vez es más dificil encontrar profesionales que amen su trabajo, topar con alguien así es un gustazo. Desde pequeña , y aunque soy bastante escéptica, disfruto con esta clase de temas, de lo misterioso, de lo inexplicable.
Pués bien, en este reportaje titulado "La memoria del agua", se entrevistaba en exclusiva al doctor Emoto, un investigador japonés que había conseguido fotografiar las moléculas del agua y estudiar así su comportamiento ante conductas como el amor, la violencia o la música. El resultado de su estudio es fascinante, según él, ante conductas amorosas y música clásica, las moléculas del agua parecen formar una imagen de estrella perfecta y hermosa, clara, brillante, armoniosa. En cambio, ante palabras violentas y música satánica, las moléculas se iban disgregando mostrando un aspecto desordenado, e incluso oscuro.
Los colaboradores de Cuarto milenio, hicieron la prueba ellos mismos, e introdujeron arroz cocido en dos botes de cristal, lo colocaron en sendas estanterías de la redacción y en un bote escribieron la palabra "Amor", y en el otro "Odio".Tras tenerlos 4 días inculcándole palabras bonitas y deleitándolo con música suave al primero, y menospreciar en el trato al segundo, el resultado fue: que el arroz con la palabra "Amor", presentaba un aspecto saludable y brillante, y el arroz con la palabra "Odio", parecía podrido, con manchas amarillas y moho creciente.
Yo, por supuesto, no estaba allí y desconozco si tal experimento fue un engaño. Bien podría serlo(ya dije que soy muy escéptica), o bien es cierto. Este descubrimiento nos demuestra cómo nos puede afectar a todos, tanto a las personas como al resto del mundo, las palabras y el trato que recibimos por parte de los demás, e incluso por nuestra propia consciencia si tenemos pensamientos negativos. Recordemos que todo en nuestro planeta es agua, el agua es el principio y la base de todo.
Tanto para los crédulos como para los incrédulos, desde luego no podemos negar, que por lo menos esas imágenes del agua son sorprendentes.
Os recomiendo que lo veáis.
http://www.ikerjimenez.com/reportajes/emoto/index.htm
3 comentarios:
UNA NUEVA
¡Hola Terry!. Soy una admiradora de lo misterioso e inexplicable para la gente de a pie.
Tengo una explicación práctica para tu trabajo sobre el agua y el arroz. Si me das permiso para entrar en tu blog, te lo puedo explicar.
Gracias de antemano. Me puedes llamar: AIRELIBRE
25 Agosto 2007
Fdo. AIRELIBRE
UN EXPERIMENTO
Me imagino que puedo contarte, Terry, nuestro experimento.
Primero paso a hacer algunas consideraciones, sobre algo de lo que apuntas.
Yo creo que cualquier buen profesional se debería, cuanto menos "asombrar" todos los días en su trabajo con las digamos "SORPRESAS" que llegan a su mesa, y que`por otra parte, son inevitables y hasta necesarias para desarrollar al máximo su faceta laboral. En caso contrario me atrevo a decir que las personas que no lo experimentan así, son trabajadores, pero nunca nunca serán profesionales. Y esto sirve para cualquier clase de trabajo (según mi opinión).
Dicho esto, paso a hablar del experimento del arroz y el agua. Me llamó poderosamente la atención porque en mi trabajo, eso lo hicimos hace ya unos 2 años.
DE todos modos, no es nada misterioso ni inexplicable, y creételo. Es la misma vida y sus cauces. El experimento se llevó a cabo la primera vez, hace muchos años en el departamento de ciencias experimentales de una Universidad de EEUU. Era el mismo experimento, pero con animales.
Bien, pues ese mismo experimento (que es igual o parecido al del arroz), lo hicimos nosotros, con frutas y en una clase de tercer ciclo de un colegio de primaria de un rincón de España.
Lo hicimos tal cual tú cuentas en tu trabajo y el resultado, fue tal cual lo dices. Incluso creamos una U.C.I. para "curar" (con tiritas y mercormina), y muchísimo cariño, por la mañana a las que tenían algún arañazo, o limpiar las motas de polvo que les habían caido a las lindas y bonitas.
Al final, nos comimos las bonitas y brillantes, y las otras las volvimos a su lugar, que era la tierra, de donde habían salido.
De todo este experimento, después escribimos un guión. Hicimos una adaptación escénica. Le pusimos música y efectos especiales, y los alumnos lo representaron en el escenario de un teatro, ante un público totalmente entregado, que aplaudía sin cesar.
Con lo cual te quiero decir que esto es de lo más natural del mundo, porque incluso llevado al tema personal. ¿No es más bonito enviarle cariño, y darle todo tu amor a una persona, que todo lo contrario?. Vamos , es que es de pura lógica y cae por su propio peso cualquier otra argumentación en contra.
¿Cómo te sentirías tú si todos los días te llamaran, ya desde por la mañana "fea" y "desgraciada". Pues el arroz, las frutas y los animales son Seres Vivos como tú.
Existe una terapia muy saludable para el organismo y muy buena para aumentar la autoestima personal, que consiste en:
-Cuando te vas a trabajar por la mañana, ya con el abrigo puesto, el bolso y la cartera a cuestas, pasas por delante del espejo más grande que tengas en casa: Te miras, te ajustas el abrigo y el pelo y dices:
-¡Hay que ver que guap@ estoy, y que bien me siento!.
Te puedo asegurar que funciona perfectamente durante todo el día.
En mi trabajo es una de las técnicas que utilizamos para mejorar la autoestima de las personas. Y se les ve ¡FELICES!.
FDO. AIRELIBRE
28 aGOSTO 2007
Yo también lo probé sobre mí, esto de convencerme a mí misma de que soy estupenda,jajaa. Fuera egocentrismos eso sí. Y al parecer sí que funciona, tienes razón.
Terry
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