Ayer leí en el periódico una noticia bastante triste. El titular de la noticia decía lo siguiente: "Insiste en convivir con el hombre que le pegó porque no le quiso dar la comida de sus hijos". Una mujer de Córdoba, había retirado las acciones penales contra su marido e insistía en seguir conviviendo con él, después de llevar durante 14 años sufriendo malos tratos tanto físicos como psicológicos. E incluso a pesar, de haber sido golpeada con una barra de metal por negarse a darle los alimentos que tenía reservado para sus hijos.
Siempre defiendo que no debe prejuzgarse a nadie.Todos actuamos movidos por una serie de circunstancias que, para quienes las desconocen no tienen ningún sentido. Pero, no puedo por menos que sentirme apenada con noticias como esta. Hay que ver lo poderoso que es el miedo. Habrá mucha gente que insulte a esta mujer por anteponer su matrimonio a sus hijos, pero yo creo que no es así. Prefiero pensar que, tristemente, esta señora actúa impulsada por el miedo, por un temor que es más fuerte que ella, que la domina. O tal vez me equivoque y sencillamente se niega a separarse de él por amor. ¿Se puede llegar a tal grado de ceguera por amor?. Si es así, ya no debería llamarse amor, sino tratarlo como a una enfermedad, porque me parece inconcebible, me llena de angustia solo imaginar cómo debe sentirse para permanecer junto a una persona que no tiene el menor cariño hacia sus hijos.
Hay una bonita leyenda sobre el porqué de la ceguera del amor, más o menos es así:
Estaban una mañana reunidos los valores, y decidieron pasar un rato entretenidos jugando al escondite. De este modo, la Belleza, la Paciencia, la Templanza, el Amor, la Locura y la Fortaleza corrieron a esconderse, mientras la Sabiduría a la que le había tocado "quedarla" en el primer juego, comenzó a contar hasta cien. Terminada la cuenta, la Sabiduría fue poco a poco encontrándolos a todos. A la primera que encontró fue a la Belleza, luego a la Templanza, a la Fortaleza, más tarde a la Paciencia, al Amor y a la Locura. En un momento de despiste, la Locura(siempre imprudente) empujó al Amor, con tan mala suerte que fue a chocarse contra un matorral lleno de espinas y se las clavó en los ojos quedando ciego. La Locura, sintiéndose culpable, le pidió una y mil veces perdón y , para compensar su daño, se comprometió a permanecer siempre junto a él sirviéndole de guía y se convirtió así en su lazarillo. Por ello, están ciegos todos los enamorados, y por el mismo motivo, al amor lo acompaña siempre la locura.
Es bonita la leyenda,¿verdad?. El amor es la más bella de las locuras. Lo malo es cuando junto al amor, como ocurre en situaciones como la de la noticia de Córdoba, convive otro tipo de locura,menos amable. Desconozco si ese "señor" es el padre de los niños o sólamente un compañero sentimental de la mujer. De cualquier modo, no existe justificación válida para tratar así a unos niños. ¿Qué hay del amor de madre respecto a sus hijos?.¿Acaso pudo el sentimiento hacia su ingrata pareja anular el instinto maternal de esta mujer?.
Dios me libre de este tipo de ceguera.
(...)
Por cierto, que me gusta la canción de Julieta Venegas "Me voy". Y mucho más que la letra la música.
http://multimedia.terra.es/viewer/portada.cfm?cod_media=49308&mapnivel1=MUS
Se la dedico a esta señora y a tantas otras que estén en su misma situación. Bueno, y a todos aquellos para los que su letra pueda tener algún significado.
domingo, octubre 08, 2006
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