Que me pica la garganta!. Mi nariz echa fuego por dentro.
Vaya semanita. Qué ganas tengo de que termine esta semana y llegue por lo menos el miércoles, a ver si es mejor. Me gustan mucho la lluvia, los días otoñales e incluso las tardes de tormenta. Pero tal y como está Sevilla por las obras, circular se convierte en misión imposible. Como esto siga así, mejor que el permiso de conducir, es obtener la licencia de piloto. Después de llevar trajinando con el temporal (la lluvia, el viento, las calles cortadas con su consecuente fango), he llegado por momentos a aborrecer la lluvia. Y todo gracias a nuestro alcalde, que una cosa es hacer obras, y otra muy diferente encontrarte cada día con que te han cortado un nuevo acceso. Mira que paso por el centro diariamente, pues no hay día que pueda pasar por el mismo sitio. Ya me dá miedo pensar qué me encontraré el lunes. Y basta que una tenga que hacer algo, para que se junten todas estas circunstancias y llegues a casa reventada y con la garganta avisándote: -como sigas así, te vas a enterar!. Y ya lo creo que me he enterado. Desde ayer tarde estoy con un escozor en la garganta muy molesto,y por lo que parece, se extiende hacia los ojos y la nariz.
Para colmo, el rato que iba a pasar de desahogo viendo mi programa favorito "España Directo" , también me lo estropean. Casi nunca puedo verlo, sólamente los jueves y algunos viernes. Y en ocasiones ni eso. El jueves tenía cosas que hacer y, aunque estuve pendiente del programa, no pude ver más que un par de reportajes. Ví el anuncio y hubo publicidad, hubo un reportaje sobre el museo del chocolate que creo lo hacía el catalán( Enric), que me ilusionó ver. Bueno, pués en un rato que volví, de nuevo publicidad, y después volvieron a anunciar los mismos reportajes que antes,menos éste. ¡Qué coraje me dió que el único reportaje que emitieron en esos escasos minutos en los que falté, fue ese!. Los demás tampoco pude verlos bien, pero es que, tiene guasa. Desafortunadamente el que sí ví fue el caso de unos perros envenenados. Despues de la desatrosa tarde, y ya apunto de finalizar el programa, me dije:- bueno, al menos mañana sí puedo verlo tranquila(por un día que puedo habrá que aprovechar), y justo entonces díce Mercedes la presentadora: -"mañana no tendremos programa porque esta cadena emitirá en directo los premios príncipe de Asturias". Si es que ...
Bueno, espero poder verlo tranquila esta semana(aunque tenga que esperar al jueves). Me gusta disfrutar con ellos, con su trabajo y lo veo con cierta envidia, sobre todo respecto a los reporteros que entran nuevos.
Creo que no salió Paco(el asturiano), es uno de mis reporteros favoritos. Y Pilar, la presentadora, acaba de ser mamá de un niño. Es curioso, cuando volvió de vacaciones, la noté diferente. No sabía que estaba embarazada, aunque supongo que por intuición femenina, se me ocurrió la idea y tuve a mi madre durante tres días pendiente de que se fijara en si tenía o no barriga. Cada vez que iban a enfocar su imagen, ponían el logotipo del programa encima y no dejaban ver nada. Hasta que ya, dando paso al programa siguiente, se dió la vuelta y pude verificar mis sospechas. La verdad es que,hasta ese momento, no se le notó nada. Y mucho menos me podía imaginar que estuviera ya de más de ocho meses. Dícen que cuando se espera un niño las mujeres se ponen muy guapas, en cambio, con las niñas se afean un poco. Supongo que eso no será más que una leyenda de nuestras abuelas, pero lo cierto es que Pilar tenía un brillo diferente, se le notaba la felicidad en la cara, en su forma de hablar. Y todo esto lo noté antes de conocer de su embarazo.
Por cierto, lo que sí leí, es que según un estudio, en los embarazos de niños, la mujer engorda menos porque el niño consume la mayor parte de las calorías que ingiere la madre.
Me voy a descansar un poco, que esta semana no parece que vaya a ser mucho mejor, al menos en lo que al caos circulatorio se refiere, de nuevo anuncian lluvias hasta el jueves. Y como ya dije, cuando vaya para casa, cansada, mojada y con multitud de cosas por hacer aún, ah! y con la garganta clamando piedad, a ver que nueva sorpresas me depara la interminable obra del metro. Por favor, si sóis de fuera, no vengáis a Sevilla.
Imaginaros como debe de ser la cosa para que yo misma diga esto.