Vuelta a casa
Queridos amigos/as. Últimamente os tengo un poco abandonados, ¿Verdad? Pero eso no significa que me haya olvidado de vosotros, os aseguro que ¡justo lo contrario! Y esta vez, la..."siguiente parada" de la que hablábamos en la entrada anterior, me trajo de nuevo hasta aquí. También toca descansar de vez en cuando, ¿No?. Hoy ha sido un día marcado por la contrariedad: felicidad y a la vez una cierta tristeza, esperanzas y al mismo tiempo inseguridad. Alternándose ambas dobles sensaciones como aquéllas atracciones de los parques en las que nos subíamos cuando éramos pequeños y mientras tú subías, tu amigo bajaba y al revés, ¿Cómo se llamaban?. Será el cansancio, supongo. He oído que, cuando una persona por ejemplo lleva años preparando oposiciones, es sorpresivamente en el momento en que las consigue superar con éxito, cuando le sobreviene el gran bajón. ¡Hombre, en mi caso, no es para tanto!. Pero sí que me siento un poco "extraña". Anoche, recibí uno de esos sms que te anuncian algo realmente maravilloso y súper esperado. Gran parte de mi vida he estado soñando con ese anuncio. Y a pesar de casi haber, ¿qué digo "casi"? ¡De verdad lo hice! Rocé la felicidad a escasos centímetros de agarrarla con mis manos, y ¿Es posible que sienta esta frialdad? Tal vez se trate del miedo, paralizante de las emociones, de la tensión de la larga espera. Ahora solo queda adaptarse, respirar hondo, coger fuerzas y observar hacia dónde nos va llevando la corriente ; )
P.D: ¡ Y creérselo!
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