viernes, octubre 26, 2007

Estos últimos días me he sentido extraña: cansada, triste, sin ganas ni fuerzas para hacer nada. Eso sí, he estado leyendo vuestros comentarios y visitando los blogs de la "familia". Hoy no podía seguir escaqueándome, lamento el retraso. Me comprometí con mi blog y pienso seguir con él mientras blogger no nos separe, soy cumplida con mis cosas, además escribir en el blog me relaja. No sé cuál será el motivo de mi desgana, supongo que un cúmulo de circunstancias. Esos días en los que se te van juntando contratiempos y estando más sensible te das más cuenta de aquello que te falta, que te preocupa, que te disgusta, que necesitas. Tal vez sea debido al estrés de las fechas. Tal vez a ello se le haya sumado el disgusto de estar trabajando para algo que no es realmente a lo que deseo dedicar mi vida. Puede que el culpable haya sido el observar cómo se me escapa el tiempo sin poder controlarlo. Es posible que haya contribuido a ello la lluvia de esta semana(pobre lluvia, siempre me gustó y proclamé sus virtudes más allá que las de los días veraniegos y ahora la voy a hacer culpable de todo). O quizás sea que llevo doce días sin verle...y los que me quedan...¡cuánto le echo de menos!, ¿Cómo se puede echar de menos a alguien que...?qué mas da, es una pregunta carente de sentido como tantas otras cosas. Jornadas interminables; la lluvia de por medio;las infraestructuras casi tan pésimas como las de Barcelona; salir por la otra puerta para evitar encontrarme con ese pesado que no me deja ni a sol ni a sombra, digo yo, ¿Cómo se le puede dar a entender a alguien, sin hacerle daño, que no te interesa?; y más contratiempos de por medio. Días en los que lo que más te apetece es sentarte frente a una bolsa de gominolas y no dejar de masticar aunque ya tu estómago diga:-¡Basta! y tu boca haya quedado con ese regusto tan desagradable; días en los que te crees lo bastante débil para decir adiós a la dieta que tan bien llevabas desde hace meses.
Al menos el jueves, el grupo "Les Charlots" nos hizo reír un rato con sus monólogos, son bastante buenos. Y un casual encuentro me animó un poco. Una persona a la que hace casi dos años que no veía me paró un rato, se interesó por cómo me íba y me preguntó que cómo iba mi proyecto periodístico. Me alegró saber que alguien como él, rodeado de tantisima gente se acordaba de algo que le había comentado hacía tres años, de su amabilidad. ¿Habrá alguien en este país que me conozca y no sepa de mi amor al periodismo?, me temo que no. Nadie se libra, llevo el periodismo por bandera incluso cuando no debo. En ocasiones cuando tengo,por motivos profesionales obvios que "ocultar" que mi verdadera vocación es ser periodista, me siento tan mal, siento que me traiciono a mí misma. Pero no hablo en sentido moralista de ir contra mis principios, lo digo de verdad, me siento mal. Efectivamente: "periodismo" para mí es la palabra mágica. Con sólo escucharla me cambia la cara totalmente. Periodismo y otro nombre, una cara en particular, una voz...;) sin palabras...
Abrazos!! Y prometo volver pronto esta vez.

3 comentarios:

erMoya dijo...

Quizá no sea tan carente de sentido. Muchas veces, a mí me pasa, que es precisamente por eso, por llevar tiempo sin ver a esa persona por la que todos los demás problemas, en otros momentos perfectamente sobrellevables, se nos hacen enormes.

En cuanto a la otra pregunta... yo hace, no llega a, un año también me la hacía... al final no hice nada más que tener paciencia y pasar un poquito, lo justo para que le vaya inundando la apatía pero que a la vez no se sienta ofendido o molesto.

En fin, suerte y ánimo!

Anónimo dijo...

Sí, tienes razón: paciencia es lo único que me queda. Si yo me pongo en su lugar (¿cómo no me voy a poner en su lugar?:() y conozco perfectamente cómo se debe sentir y sus reacciones todas y cada una de ellas. Pero es q esa persona me hace sentir súper incómoda, de verdad, cada vez q lo veo, sólo deseo quitármelo de encima y,¡oye! q no lo pilla!!. Siempre le digo q voy con prisas, él siempre me díce: hija siempre con las prisas...y nada, q parece q no ha captado mi indirecta todavía. Luego me siento mal porque yo cometo el mismo delito q él y encima me quejo,¡¡seré egoísta!!.

Y en cuanto a lo otro tienes toda la razón.Sólo ver a esa persona o no verla...¡Cómo puede cambiarme ese pequeño detalle un día completo en un sólo segundo...!

Gracias por pasarte ermoya.

Abrazos.

Terry

Yahuan dijo...

sin duda alguna hay personas especiales y ratos aburridos a los que podemos sobrevivir ...