lunes, octubre 29, 2007

Ya que estoy frente al ordenador, aprovecho para escribir un post, qué me cuesta. La verdad es que apetecerme no me apetece mucho pero, como tampoco hay otra cosa que me apetezca hacer mejor que esto, pues aquí estoy compartiendo "experiencias". ¿Novedades desde el último post? Los días siguientes mejor, son las típicas rachas en las que en un día se acumulan "contratiempos" y parece perder un poco el control(no de los nervios, sino el control de las cosas). En ocasiones como ésas, lo bueno es que suelo reaccionar con coraje y me entran unas sorprendentes ganas de ponerme a arreglar el desastre y resurgir en aquéllo en lo que haya creído hundirme(poca gente sabe esto de mí). Y bueno, se siguen sumando los días sin verle...puede que quizás ni siquiera le vuelva a ver más. Pero no pasa nada, o de esto me intento convencer. Sonrío, aparento una alegría y natural ilimitada. Saco a relucir aquellos temas divertidos o curiosos que en ocasión diferente a la que se presenta(en mi corazón), provocaría para hacer reir. Cuento con ánimo eso tan bueno que he visto esta mañana o que escuché. Me pongo a bromear con Antoñito tras haberle pisado diciéndole que:-"soy una mami muy mala". Me atiborro de litros de agua y hago ejercicio como cualquier otro día, como si todo fuese igual, como si nada perturbador rondase mi cabeza.Disfruto de esa comida que tanto me gusta. Planifico la noche y qué lectura seguiré antes de dormir: la obligatoria o la de placer. Si alguna lágrima logra salir, froto mis ojos con tanta fuerza que me dejo las mejillas rozadas por un rato, si la tristeza me invade con fuerza, me levanto ágil y busco una tarea enseguida para hacer. Nada pasa. Todo está bien. Paso y de refilón veo mi imagen en el espejo, me detengo un momento frente a él, la imagen que me devuelve es distinta, mis ojos aparecen tristes. Esta mañana, a pesar del cambio de horario, se veía inmensa la luna. No me apatece "hablar" con ella, ni siquiera con las estrellas. Las miro, en la oscuridad de la noche y guardo silencio, sólo eso. ¿Qué decir?.

Tengo fama de pesimista, y sí, es cierto que eso aparento. Pero en realidad creo que, es el optimismo lo que llevo al extremo, porque a pesar de todo esto, no puedo dejar de albergar la esperanza, no puedo dejar de CONFIAR en que estoy equivocada y que sí volveré a verlo.



PD: Gracias a todos los que animáis esto. Abrazos!

Pd 2: Prometo volver pronto aunque sea...con post así tontos.

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