domingo, septiembre 30, 2007

Jueves 27 de septiembre. Centro de Sevilla. 11:30 de la mañana:

Tras llevar ya muchas horas levantada, hoy regreso temprano. Tendré que disfrutarlo pues es el último día dede mi regreso a la rutina que gozaré del privilegio de terminar tan pronto. La semana próxima y ya las siguientes nada que ver con éstas. Me ocurre lo que ya sabía: ahora que a la fuerza tengo que levantarme temprano me paso gran parte del día bostezando, por la noche poco más allá de los Lunnis ya noto mi cuerpo debilitarse, eso sí, ahora. Ahora que parte de las noches las tengo que reservar para hacer todo aquello que durante el día dejé por terminar en esta burla del reloj. Supongo que será cuestión de que el organismo se adapte, siempre he tenido mucho aguante, ¿o serán los años?.

Pasando frente al Archivo de Indias , encuentro un grupo de ¿chavales?, la verdad es que de lejos parecen colegiales, al acercarme a ellos ya me aparentan una edad más adulta, vestidos de época. Están junto a un grupo de turistas y uno de ellos (vestido casi puedo asegurarlo de Don Juan Tenorio) pide al grupo de personas si pueden hacerles el favor de actuar para ellos, de formarles un coro de angelitos. -Esto es una cámara oculta ¡fijo!-, me hubiese dicho de no haber sabido que se trataba del grupo Viento Sur Teatro que para celebrar el día del Turismo ha decido representar por el centro de la ciudad algunas de nuestras grandes obras.

Más adelante, paso por la catedral. Allí un grupo de manifestantes han "adornado" la fachada con sus quejas al Presidente de la Junta de Andalucía, reclaman que cumpla lo prometido con los mineros y lo tildan de mentiroso, ladrón y varias cosas más. Me hace gracia, llevan ahí, al menos toda la semana pero es sus rostros no se ven demacrados, ni cansados, ni desilucionados. Comentan entre ellos sobre todo el que pasa por delante y hacen risas. Estoy de acuerdo con sus reivindicaciones y con lo que dícen también, pero es que su actitud...

Un señor deleita a los transeúntes con la música de Titanic tocada a violín. Por mucha prisa que tengas (que hoy no es mi caso), resulta imposible no aminorar el paso intentando prolongar al máximo la caminata entre semejantes artistas. El centro en los últimos años está lleno de músicos que alegran sobremanera el recorrido. Aquí, con Titanic es inevitable sentir como los latidos del corazón te van variando el ritmo hasta quedar acompasados por el mecer de las olas que tu mente trata de imaginar asociando sin quererlo las imágenes de la película. No, Leonardo Di Caprio no me gusta, nunca me gustó ni en mi etapa adolescente. Y tampoco me considero una romántica empedernida, aunque por mis escritos pueda parecer lo contrario, pero esta música traspasa todo, va más allá de gustos o de sensiblería. Aún con el regusto de Titanic en mí, cruzo el ayuntamiento, aquí, no podía ser de otro modo: otra manifestación. Me río, cuando veo gente manifestadas me parecen escenas tan absurdas, no porque no crea que la gente tiene derecho a manifestarse, ojo, no he dicho eso, claro que lo tienen. Pero no creo que sirvan de nada, ójala sirvieran. Pienso que sólo sirven para provocar risa e indiferencia, no creo que el alcalde esté muy preocupado, la verdad. Sobre todo porque cada vez que hay elecciones vuelve a salir elegido.

En las últimas semanas se me hace dificil escribir un post que no sea sensiblón. Cometí un error: nunca debí escribir sobre él, ahora se me hace dificil dejarle de lado. Pero bueno, hoy lo he conseguido...¿O no?..¡¡Me cachis!!. Esta última frase sobraba, ¿verdad?.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca te arrepientas de lo que hagas ni de lo que escribas!!! ;-)
Sí, con el otoño todo vuelve a la normalidad, pero a veces la normalidad también es buena!
Saludos,
Aigüeta

Fand dijo...

jajjajajjaj no te preocuper Terry, te sale del alma y eso nunca es malo. Es lo que sientes y eso es lo más bonito.

Un besazo!

Anónimo dijo...

Físicamente el cuerpo se adapta en mucho menos tiempo a lo bueno. Luego le lleva algún tiempo más volver a retomar la rutina de siempre. Y que será, que por lo menos en lo que yo observo, esta especie de adaptación le lleva más conseguirlo a la gente joven que a la más mayor.

En otro orden de cosas, se ve que tienes una capacidad de observación que se ajusta a tu imaginación, que es lo que más despliega el teatro de calle.
De todos modos es un lujo vivir en una ciudad como la tuya, donde se puede pasear pensando y parándote a contemplar aquello que tu imaginación relata, y que de repente alguien, en tu ciudad y en tu calle, te lo ponen delante. Y tú dices: ¿Será verdad?.

Pero poderosamente me ha llamado la atención lo de las manifestaciones. ¿Os fijáis en el cartel?:

CATEDRAL
MANIFESTACIÓN
REIVINDICACIÓN

¿Es qué así les van a hacer más caso?. ¿O es qué ultimamente aprovechamos cualquier signo externo, más o menos comprometido para nuestras reivindicaciones políticas y económicas?. ¿Por qué se utilizan lugares o edificios emblemáticos para las manifestaciones reivindicativas?. ¿Será para llamar más la atención?.
Total, tienes razón Terry, ¡para el caso que les hacen...!.

A lo mejor es verdad que no puede ser de otra manera, pero a mí no deja de parecerme un atropello.

Con lo bien que se está paseando por la ciudad, o por el parque. Por la mañana, por la tarde o por la noche. En medio de artistas, niños, mayores o gente de a pie... Y si al paso oyes sonar una música, de acuerdo con tus gustos, melodías y sentimientos, entonces, ya no va más... ¡entonces estás en tu ciudad o en tu pueblo. Y la mía es la más bonita de todas, porque lo que no tiene, yo... se lo invento.
El Titanic se hundió, y nuestra tierra, cada día renace y brilla con eso que le da el sol.

El sol despierta la vida
y canta la vida al sol,
y el sol nos da la alegría
que da las gracias al sol.


Fdo: AIRELIBRE
1 Octubre 2007

Anónimo dijo...

Que ganas tengo de conocer tu tierra!! :)

Lo que dices de escribir post sensiblones... no te preocupes!! hablar de sentimientos no es malo además, lo haces de una forma muy bonita!! ;)

Un besote!!

Anónimo dijo...

Gracias a todos.

Aigüeta,gracias por el ánimo que pretendes transmitirme con esa frase. Hoy me viene bien, muy bien.

AIRELIBRE, no creas que soy tan observadora, pero si siempre que alguna amiga o mi madre me ha preguntado:-¿Has visto qué bonitos eran los zapatos que llevaba puesto ésta? y cosas por el estilo, nunca me he fijado en nada, así que...jajaja.

Y gracias a todos por pasaros por aquí, dedicarle vuestro tiempo al blog y por ser tan agradables con nosotros.

Un abrazo grande!.

Terry