lunes, febrero 04, 2008

"Es mejor ser rey de tus silencios que esclavo de tus palabras".
Ese mismo consejo debí habérmelo aplicado a mí misma en cierta ocasión. Ójala le hubiese echo caso. O puede que haya sido mejor así. ¿Qué hacer cuándo sientes el deber de hablar aunque eso signifique esclavisarte por tus propias palabras? Hay ocasiones, en las que aún sabiendo el riesgo al que te expones, tu corazón, tu consciencia te obliga a hablar ¿demasiado?... Un riesgo que hay que asumir. Una culpa que yo asumo. Y no me averguenzo.

Buenas noches :) que descansen.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que esta frase es un poco lapidaria. No siempre vas a ser el rey de tus silencios, ni siempre vas a ser esclavo de tus palabras. Cuando tu mente, tu consciencia y tu corazón te digan, será el momento para hablar y dejar sentadas las bases de tus afirmaciones y teorías.
Yo creo que tus palabras nunca te pueden esclavizar, a no ser que haya alguien (que los hay) siempre dispuestos a que tus palabras te esclavicen. Y en ese caso, la cosa ya es maldad.
Otra cosa es "hablar por hablar", Y en este caso hay que tener cuidado de hablar por uno mismo, sin meterse con nadie. Entonces, más que esclavizarte, te puedes meter en un buen lío. Y ¿de quién es la culpa?. Solo tuya. De más, nadie.


"Desde mi espacio os mando hoy un color verde prado, como el color de la hierba que descansa la vista y sana el engaño."


Fdo:AIRELIBRE
5 Febrero 2008

Terry dijo...

Son situaciones complivadas. Ójala todos pensasen como tú AIRELIBRE.
Un abrazo.
Terry

erMoya dijo...

Si llevas la verdad y la sinceridad por bandera nadie, repito NADIE, podrá jamás esclavizarte por tus palabras. Y si no, tiempo al tiempo.

Ademas, recuerda siempre que las palabras se las lleva el viento, lo que de verdad valen son los hechos.

Besos!

Anónimo dijo...

Perdonar que escriba otra vez, pero no me resistí a la tentación.
Solo quería transcribir aquí lo que para mucha gente constituye el "PRINCIPIO DE LA MORAL", que para mí es un mandamiento, o, como dice ermoya, una bandera. Dice así:

"Haga siempre lo que desee. Siempre que no interfiera en el derecho de otros de hacer lo mismo que usted."

Viene muy a cuento con esto que decís.
No se necesitan más comentarios.


"Os mando unas gotas de agua, para que refresquen el verde del pardo. Limpien la razón y la mente y brillen la energía del alma."


Fdo:AIRELIBRE
6 Febrero 2008