Crónica de un momento grande para "tí"

El reloj avaza demasiado lento. El mundo parece paralizarse y los minutos hoy se prolongan hasta la eternidad. Como un torero antes de salir al ruedo cuento las horas que restan para el gran momento (tu momento/ nuestro momento).
Faltan 6 horas. tengo la sensación de que para cuando pasen, ya estaremos en un nuevo milenio.
Faltan 4 horas. ¡Dios qué día más lento!
Faltan 2 horas. Mis nervios aumentan a un ritmo vertiginoso. He intentado actuar como si fuese un día cualquiera, pero no puedo. No lo es. Doy varios paseos, uno y luego otro. Preparo para la noche cientos de cosas que hago normalmente y otras cientos de cosas que no hago nunca para mantener mi mente ocupada, pero de sobra sé que no haré ninguna de ellas. Puede que aproveche la noche para preparar una "cosita" que tú yo tenemos en común. Olvidarme de tí está claro que no lo lograré, pero empezando a planificar eso me sentiría mejor.
21:35 horas. Falta muy poco. Me han invitado a cenar pulpo a la gallega. Me gusta, pero a duras penas logro tragarlo. En parte por el paquete de patatas fritas que me he zampado durante la tarde en previsión de lo que ocurriría después. Patatas de estas deshidratadas, bajas en grasa, que te invitan a autoengañarte con la vana ilusión de que engordan menos. Hoy es el típico día en que está permitido maltratar al cuerpo (ejemplo: comida basura, a deshoras). ¡Adiós a la dieta sana, con lo bien que iba!.
21:45. Ya casi estamos. La respiración se me va cortando. Te aseguro que en Nochevieja no estuve tan pendiente del reloj como hoy. Calculo que lo miraré unas 50 veces por minuto. Tengo puesto un programa grabado de Íker Jimenez, pero la verdad es que lescucho su voz de lejos sin enterarme todavía de qué está hablando. -Lo lamento Íker, yo soy una seguidora fiel, ya lo sabes, pero hoy mi cabeza está lejos de aquí. Esta noche me siento en otros mundos. Sí Íker, sí, en otros mundos. Si te interesa el tema te lo cuento, pero antes revélame a mí el secreto de la Dama Azul, anda por favor! Que esta noche quiero estar donde no estoy y no quiero estar donde estoy.
21:55 horas. Un nudo se termina de formar en mi garganta. Es increíble la de veces que he vivido esta situación y, cada vez, me sigue pareciendo la primera. Los mismos nervios, la misma ilusión, el mismo temor, el mismo deseo.
21:59 ¡Ahora sí! Mi corazón extiende su mano hacia la del tuyo y la estrecha con todas sus fuerzas. Sube el telón. "Bona sort, amor meu". Si mi mente parecía antes estar en otros mundos, ahora definitivamente su avión despegó. Ya no estoy aquí, ya no sé ni donde estoy. ¿O sí? Mi alma está vigilante, velando por tí. Me hago mil preguntas: ¿tendrás agua? ¿la iluminación? ¿estás recuperado del todo? Por momentos creo que la impotencia que siento al no poder estar junto a tí terminará por volverme loca esta noche. De vez en cuando, alguna lágrima se escapa ¡yo quiero estar ahí! Cuánto daría por estar ahí, sin que me vea, sin molestarte ¡es tu momento!. Observándote desde lejos, desde una esquina, admirando ese silencio roto por tus palabras. Sin acercarme, dejándote vivir ese momento a tí: tu momento. ¡Cómo aplaude mi espíritu, amor mío!. Aunque mi crítica luego no sea de las mejores que recibes.
Pierdo la noción del tiempo. Terminas. Triunfas. Se te ve exultante y yo, en mitad del gentío, de tu entusiasmo aguardo desde mi sitio. Sigilosa voy acortando la distancia y me acerco a tí, cuando no miras. Paso a tu lado, aprovecho estos momentos en los que sé que, aunque mires, no me verás. Rozo mi mano con la tuya "¡Enhorabuena mi vida!" Me embriago con el aliento que deja tu respiración. Mi corazón acompasa sus latidos a los de tu corazón. Y me alejo. Se te ve feliz, pero ni la mitad de lo feliz que, viéndote a tí, me siento yo.

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