Remedios para olvidar
Remedios para la memoria los hay. Pero ¿y remedios para olvidar? Comienza la cuenta atrás. La cuenta atrás de ese momento cuenta atrás que siempre sigue su mismo ritual. Esta vez la sensación de algo va a ocurrir hace que mis nervios aumenten. El gran momento. El tuyo, ¿de quién más?. Desde ahora y hasta dentro de por lo menos 48 horas, quiero perder de vista todo, olvidarme incluso de mi nombre, olvidarme de que hay un lugar donde quisiera estar pero no puedo. Olvidarme de que existen unas manos que, mañana más que nunca, desearía estrechar, y no podré. Olvidarme de ciertas palabras que ya queman mi boca y no podré decirte. Olvidarme ya, desde ahora, que se va acercando el momento en que el mundo se paraliza justo cuando necesitas que las manecillas del reloj anden más deprisa. ¿Alguien sabe de un remedio casero para olvidar? Para la próxima vez le preguntaré a Quique, a ver si él conoce.
Pero no. Esta actitud es egoísta. ¿Cómo puedo pensar en olvidarme en un momento tan importante? Tu momento. No podría. No podré. Nunca lo he hecho. Miraré de nuevo cómo el reloj, a lo largo del día, se vuelve lento (ya lo es). Y cuando marque "la hora", volveré a cruzar los dedos y a rezar en silencio. Lo harás genial, ¡eso lo sé!. Aunque luego a tí, en mi crítica, pudiera llegar a decirte lo contrario. Conservaré la esperanza de que mi espíritu pueda vencer la barrera de la distancia, y del miedo, y así en algún momento llegues a sentirme junto a ti como a veces yo sueño sentirte. Como en otras ocasiones, mi corazón se hallará dividido en dos partes: entre mi miedo y tu entusiasmo, entre mis nervios y tu apasionamiento, entre mi admiración y tu profesionalidad, entre tu triunfo y nuestra felicidad. "Nuestra" sí, no me equivoqué. Yo me siento feliz cuando sé que a ti te ha ido bien.
Tal vez sí que quisiera olvidarme. Olvidarme de mis miedos, del mundo. Olvidarme de todo, excepto de ti. Olvidarme de aquello que me dificulta sonreír cuando te miro, del candado que custodia mis palabras cuando voy a hablarte.
T´estim massa "...". El meu cor sempre es a prop teu. No oblidis això mai.
No oblidis això mai.
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2 comentarios:
Ojalá existiese el remedio para olvidar...
Sensibilizas con sólo leerte... Sé de qué nerviosismo hablas... La inquietud que te ahoga y que aprisiona todo lo que quieres decir, pero... ¿sabes qué?
Dices mucho más leyendo entre líneas que siguiendo palabra tras palabra.
Saludos desde Cádiz.-
Bonito el comentario. Gracias! Y gracias por pasar.
Un saludo!
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